El rey de España siempre ha sido consiente del puesto para el que fue criado. Desde que asumió la corona en 2014, la actitud del hijo de Juan Carlos I y Sofía de Grecia ha sido recta, ecuánime e incólume. Todo lo que se espera de un monarca. Sin embargo, en su reciente visita al extranjero la prensa ha destacado y alabado un cambio en su talante. Se le percibió más cercano y hasta divertido. Aquí te contamos los motivos que podrían estar detrás de esta nueva forma en la que se presenta su majestad Felipe VI.
Visita a los Países Bajos
El pasado 16 de abril, los reyes Felipe VI y Letizia llegaron a los Países Bajos. Los monarcas asistieron a ese compromiso oficial con el que la corona española buscaba “poner de relieve y reforzar los lazos y las relaciones bilaterales entre ambas naciones”. Pero, más allá del resultado de esa visita de Estado, la prensa extranjera no dejó de hablar del rey. Los medios notaron un especial cambio de actitud en la manera en la que se mostró, en cómo trataba a su esposa y cómo se relacionaba con todos. En sus apariciones públicas, el rey de España parecía más cercano, jovial y hasta divertido. Nada que ver con su actitud “encorsetada” de otrora.
Qué hizo el rey allí
Doña Letizia suele ser el foco cuando la pareja real acude a actos públicos. Sin embargo, durante la estancia de los reyes en Países Bajos, no fue así. En un tono relajado, tranquilo y cercano, Felipe VI participó en diversas actividades junto al rey Guillermo. Por ejemplo, durante la visita a la Fundación Johan Cruyff para niños con necesidades especiales, el monarca español realizó pases de fútbol y hasta hizo tiros para encestar una canasta ante la mirada divertida de su anfitrión y de los pequeños. Se veía natural y divertido. Igualmente, otro punto de cambio fue su trato amoroso con Letizia. Le sujetaba con fuerza al posar para las fotos oficiales y siempre estaba atento a ella. Las miradas de complicidad amorosa todos las notaron.
Un matrimonio feliz
Ese estado “pletórico” del rey la prensa extranjera y nacional la atribuye a tres factores importantes que estarían impactando su vida. Uno de ellos es que actualmente goza de un matrimonio feliz y sin polémicas. Atrás ya quedó el escándalo que provocaron las declaraciones del excuñado de Letizia, el cuál aseguraba que había tenido una relación con ella. Esos rumores de infidelidad ya habrían quedado en el olvido y ahora ambos estarían disfrutando de su amor de forma plena y sosegada. Ya son 20 años de casados y han superado todos los obstáculos.
Padre orgulloso
Leonor, la princesa de Asturias, ya tiene 18 años. Esta situación tendría a Felipe VI más aliviado respecto a la cantidad de labores institucionales que asumía. Su hija ya tiene la edad para asumir compromisos oficiales y ya se le ha visto ejercer su papel en varias ocasiones; claro, aún en compañía de los reyes, pero pronto lo hará sola. Mientras, ya inició su formación militar, hecho que llena de orgullo al monarca español y que le recuerda al entrenamiento por el que pasó. Su ingreso a la Academia de Zaragoza le ha causado tanta emoción, que hace poco fue a visitarla de sorpresa a la institución y compartió con ella y sus compañeros. Ahora, al rey le toca planear la estrategia de vida de la princesa como heredera al trono, además de protegerla y estimularla.
Más cerca del suelo
Es obvio que su condición de rey le lleva a ser una figura idealizada como tal y por encima de todos. Sin embargo, Don Felipe VI ha cambiado. No se trata de ser más campechano, como lo era su padre, sino más relajado y a su vez con una actitud menos acartonada y espontánea en varias circunstancias. Tampoco ha perdido la compostura para lo que fue criado, sino que se ha ajustado a los tiempos modernos que esperan otro tipo de monarquía. Por ejemplo, durante su estadía en Países Bajos, el rey español parecía dejar de lado su envestidura para apoyar y ayudar a su esposa. Como se sabe doña Letizia sufre una enfermedad en los pies que le causa mucho dolor. Él siempre se mostró pendiente y cariñoso con ella, incluso orgulloso del temple de la reina.
